jueves, 16 de julio de 2009

ADOPTA UNA FILOSOFÍA DE MEJORA CONTINUA

Un proyecto de vida es la forma de planear a futuro las cosas que soñamos y que anhelamos hacer en nuestra vida. En ese transcurso de plasmar nuestros sueños se necesita amor y entrega en las metas que tengamos en la mente.

La felicidad solo se obtiene cuando tenemos la sensación de estar progresando en todas las áreas importantes de nuestra vida. El concepto de mejora continua es vital para crear resultados de éxito. Enfócate en dar cada día pasos en la dirección correcta. No olvides nunca que es más importante elegir el destino correcto que la velocidad con la que avanzamos. Con esa filosofía por bandera, te garantizarás cada día la creación de avance hacia el logro de tus mayores sueños, ya que esas pequeñas mejoras diarias mantenidas en el tiempo pueden crear resultados finales realmente inimaginables.

Si adoptas la filosofía de “Mejora Continua y Sin Fin”, y te comprometes a emprender las acciones necesarias para poner en práctica esas mejoras, te encontrará día tras día logrando resultados increíbles en tu vida. Tu vida se transformará en una apasionante aventura en la que siempre habrá lugar para nuevos descubrimientos, para el asombro y la gratitud. Conviértete en un detective de la excelencia. Experimenta constantemente nuevas formas de mejorar cada área importante de tu vida y diviértete durante el proceso.

¿Te imaginas lo mejor que sería este mundo si todos adoptásemos la filosofía de mejora continua? ¿Qué ocurriría con nuestras familias, nuestras empresas, nuestras organizaciones y comunidades? Cuando se adopta esta filosofía, no hay que preocuparse acerca de mantener la calidad de nuestra vida, ya que cada día estamos trabajando y enfocándonos en mejorarla. La verdadera seguridad en la vida proviene de saber que cada uno de nuestros días trabajamos por llegar a ser la mejor persona que podemos ser.

COMO ELABORAR UN PROYECTO DE VIDA.



PASOS




  1. Necesitas de unos objetivos (que son las bases para construir tu proyecto y presentar las circunstancias que tiene para lograr ese sueño).


  2. También es muy importante tener un punto de partida que este sujeto a la realidad que tu presentas y las condiciones y posibilidades para lograr el sueño.


  3. Lo primero que hay que hacer en un proyecto de vida es plasmar las cualidades y lo que debe mejorar y lo que se va a proponer para lograr.


  4. Después plasmar la autobiografía de como han surgido esas metas a lo largo de la vida y cuales han sido la personas de apoyo.


  5. Luego se muestran los aspectos generales de tu conducta (religiosa, intelectual, Tener autoconciencia que permita conocer de mi mismo el respeto a la vida, la autoestima y mí autonomía.


  6. y al final solo confia en que lo vas a lograr, y tener positivismo.


  7. externa, etc.) y resalte las cosas buenas y malas que tengas en ellas.


  8. Después describa quién es en este mundo, por qué existe, cuál es tu misión en este mundo, como puedes realizar lo que te propones, como puedes hacérselo saber a los demás, como puedes derrotar y superar todas las barreras hacia tus sueños.


  9. Y al final decir tu propósito y todas las alternativas que tiene para poder cumplirlo.


  10. Tener siempre la confianza muy alta si se fracaza para poder levantarse.

CONSEJO
Es importante tener claro la meta que tengas a realizar y que estés enfocado en la realidad que te rodee y que esa meta se pueda realizar

Siempre piensa en las personas que te apoyan, tu eres el dueño(a) de tu sueños y no vas a dejar que nadie te las derrumbe.


  1. Y lo mas importante es tener optimismo y ganas de sacar tus metas adelante.


  2. Nunca te rindas y no hagas caso a lo que las demas personas te digan ni te hagan solo toma en cuenta tus pensamientos y los consejos positivos de los demás.


  3. otra de las grandes cosas que hay que hacer para un proyecto de vida es hablar con sinceridad

  4. Y siempre tener un alto nivel de su autoestima para poder lograr lo que se propone....
    La elaboración de un proyecto de vida, debe considerar aspectos tales como: el entorno y conocimiento de la persona; la búsqueda de información para satisfacer las inquietudes y posibilidades que nos rodean para alcanzar las metas propuestas; y la flexibilidad, que no debe faltar, pues los seres humanos poseen múltiples intereses, habilidades y la capacidad de rectificar, además los resultados no dependen sólo de la persona.
    Al definir un proyecto de vida las personas podrán defender lo que piensan, sus intereses y formarse un carácter menos vulnerable al medio
  5. 1.El punto de partida Mi situación
    Mis fortalezas.
    Mis debilidades.

    2. Autobiografía
    ¿Quiénes han sido las personas que han tenido mayor influencia en mi vida y de qué manera?
    ¿Cuáles han sido mis intereses desde la edad temprana?
    ¿Cuáles han sido los acontecimientos que han influido en forma decisiva en lo que soy ahora?
    ¿Cuáles han sido en mi vida los principales éxitos y fracasos?
    ¿Cuáles han sido mis decisiones más significativas.
  6. Rasgos de mi personalidad
    Enuncie 5 aspectos que más le gustan y 5 que no le gustan con relación a:
    Aspecto físico
    Relaciones sociales
    Vida espiritual
    Vida emocional
    Aspectos intelectuales
    Aspectos vocacionales
    4. Quién soy
    ¿Cuales son las condiciones facilitadoras o impulsadoras de mi desarrollo (tanto personales como las existentes en el medio).
    ¿Cuáles son las condiciones obstaculizadoras o inhibidoras para mi desarrollo (tanto personales como las existentes en el medio).
    Organice la información obtenida teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
    Es posible el cambio
    Es factible el desarrollo
    No es posible cambiar (justificar porque no)
    ¿Cuál será el plan de acción a seguir?
    . ¿Quién seré? Convertir sueños en realidad
    ¿Cuáles son mis sueños?
    ¿Cuáles son las realidades que favorecen mis sueños?
    ¿Cómo puedo superar los impedimentos que la realidad me plantea para realizar mis sueños? ¿Cómo puede potenciar o enriquecer mis condiciones facilitaras? ¿Cómo puedo enfrentar las condiciones obstaculizadoras?
    ¿Cómo sé que logré realizar lo que quería? ¿Cuáles serán las soluciones? ¿Cuáles serán las acciones derivadas a seguir?
    6. Mi programa de vida
    El propósito de mi vida. es...
    Analizo mi realidad para realizar el plan de acción: ¿Cuál es mi realidad? ¿Qué tengo? ¿Qué necesito? ¿Qué puedo hacer? ¿Qué voy a hacer?


Preocuparte Vs. Ocuparte.¿Qué Decides Hacer?
Recibe nuestros mejores deseos de éxitos, en todas las áreas de tu vida.
Si lo analizas bien, Preocuparse, no es más que una especie de "Ritual", por supuesto negativo y muy perjudicial, que hacemos los seres humanos antes de Ocuparnos.
Y en ocasiones, la pre-ocupación es tan, pero tan fuerte, que paraliza en las personas las pocas capacidades que tenía de ocuparse, es decir, de actuar.
Pre-Ocuparse Vs. Ocuparse.
¿Qué tan diferentes fuesen las cosas si nos saltásemos el PRE, y fuésemos decididos y convencidos a Ocuparnos? ¿No crees que obtendrías mejores y más satisfactorios resultados?
Deja a un lado y elimina por completo el PRE de la ocupación. No te Preocupes por resultados o desenlaces que, probablemente, nunca sucederán.
En cambio, OCÚPATE y actúa en consecuencia de lo que quieres; de tus sueños. Este es una de los hábitos mágicos de los grandes triunfadores, que en lugar de invertir tiempo y energías en Pre-ocuparse, pasan directamente a ocuparse... y así les va.
Al final, todo es una elección y una decisión. Como todo en la vida.


Si lograses hacer parte de ti, lo cual NO ES COMPLICADO, el sencillo hábito de ELEGIR CONSCIENTEMENTE la opción más conveniente, cada vez que te enfrentes, ya sea real o mentalmente, a una situación determinada, seguramente emplearás un porcentaje mucho más alto de tus verdaderas potencialidades.
Es decir, cuando te enfrentes a una determinada situación, puedes hacer esta simple reflexión:
Bueno, tengo solamente dos opciones y debería elegir AHORA la que más me conviene: Puedo elegir Pre-ocuparme, posiblemente en vano, o por el contrario, puedo elegir Ocuparme del asunto y punto; que salga el sol por donde salga.
Después de todo, una determinada acción en si misma, y el desenlace que pudiese provocar esta acción, difícilmente, sean más perjudiciales que una preocupación que puede llegar a consumirte, día a día. ¿No crees? Entonces, ¿qué harás a partir de ahora? ¿Te preocuparás o te ocuparás del asunto?

¿Qué es la escucha activa?
Escuchar no es solo una cuestión biológica que dependa de nuestra agudeza auditiva. Si quieres comunicarte con los demás, el primer paso es conocer la diferencia entre oír y escuchar.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, estos dos verbos no son sinónimos:
Oír: Percibir con el oído los sonidos. Escuchar: Prestar atención a lo que se oye.
Oír no es un acto voluntario, los sonidos llegan a nuestros oídos aunque no hagamos nada para que ocurra. Escuchar en cambio es el acto voluntario mediante el cual prestamos atención a los sonidos que percibimos. Se puede oír sin escuchar pero, para escuchar, primero hay que oír.
Pero vamos a ir un paso más allá. Si nuestro objetivo es mejorar nuestra comunicación, debemos aprender a poner en práctica la escucha activa. Esto es: escuchar bien, con atención y cuidado, tratando de comprender lo que nos dice nuestro interlocutor.
Escuchar activamente supone estar psicológicamente presentes. Ser conscientes de lo que nos dicen y demostrar a nuestro interlocutor que recibimos su mensaje. Parece que escuchamos pero en realidad casi siempre estamos ocupados pensando en qué le contestaremos al otro cuando acabe su turno de palabra. Vamos unos pasos por delante preparando nuestro propio argumento.
¿Por qué es importante escuchar activamente?
• Porque, si sabemos escuchar, los demás sentirán la confianza necesaria para ser sinceros con nosotros. • Porque la persona que nos habla se siente valorada. • Porque escuchar tiene efectos tranquilizantes y facilita que se eliminen tensiones. • Porque favorece una relación positiva con nuestro interlocutor. • Porque permite llegar al fondo de los problemas. • Porque provocamos respeto hacia nosotros en quien nos habla. • Porque es una recompensa para nuestro interlocutor.
Hay que tener cuidado de no emplear la escucha activa con personas que tienen tendencia a hablar en exceso. Escuchar es una recompensa muy fuerte y en algunas personas hablar acaba convirtiéndose en un hábito solo para recibir esa recompensa de cualquiera que tenga en frente.
¿Cómo se practica la escucha activa?
A través de la observación:
Cuanta más información podamos obtener de nuestro interlocutor, mejor. Para ello debemos estar atentos a sus expresiones, a los sentimientos que expresa, a los gestos y a las señales que nos emite para indicarnos que nos cede el turno de palabra.
A través de la expresión:
Nuestro interlocutor debe captar por nuestra actitud que le estamos prestando atención. Es importante mantener el contacto visual y asentir con movimientos de cabeza. También debemos acompañar nuestros gestos con expresiones verbales: “claro, entiendo”, “ya veo”, “ah-ah”…
Los enemigos de la comunicación
Hay conductas que realizamos, algunas de forma consciente y otras totalmente inconsciente, que son verdaderas cargas de profundidad contra el proceso de comunicación. Por ejemplo:
• Interrumpir al que habla.

Juzgar cada comentario que hace.

• Ofrecer ayuda que no nos ha solicitado.

• Quitar importancia a los sentimientos de la otra persona con expresiones como “no te preocupes por esa tontería”, “no te pongas así”, etcétera.

• Contar “nuestra anécdota” cuando el otro está aún hablando.

• Caer en el “síndrome del experto”: Saber lo que debemos contestar cuando el otro no ha hecho más que iniciar su relato.
En situaciones difíciles…
La escucha activa está especialmente indicada cuando debemos afrontar situaciones difíciles. Por ejemplo, cuando nos encontramos ante un interlocutor agresivo, cuando prevemos enfrentamientos o cuando hay muchas interrupciones.
Podemos evitar situaciones conflictivas si conseguimos anticiparlas. Para ello debemos identificar y anotar las personas y las circunstancias en las que posiblemente tendremos dificultades. Debemos anticipar los gestos, las palabras y los sentimientos de nuestro interlocutor y entrenarnos en el control de nuestro impulso de responder para que, cuando llegue el momento, nos podamos mantener atentos y poner en práctica la escucha activa.